“Un Cotejo No Casual Con El Cornúpeta Animal”
Hombre sencillo y afable
del cuento que voy a narrar,
le saludaba en las mañanas
antes de desayunar,
en la ciudad primogénita
de mi bello estado natal.
Érase de un personaje anónimo
un fulano o mengano de tal,
del dicho alegre y jocoso
era su trato cordial,
y tenía por costumbre
en el periódico local,
leer noticias y sucesos
con algo de morbilidad.
Listaba sin reparar muertos
en la página final,
buena estuvo la corrida
fueron toros de calidad,
dos orejas y un indulto
y hasta rabo pudieron cortar.
Y al indagar sobre el motivo
de su manera de comparar,
al hombre con un cornúpeta
su respuesta no se hace esperar,
los matarifes andan sueltos
la arena es la lucha campal.
Vivimos tiempos diluvianos
es la purita verdad,
hoy hacemos de los animales
de la Tierra y su heredad,
un verdadero calvario
su infierno por irracionalidad.
Qué diría Francisco de Asís
contemplando tanta maldad,
les pido conciencia señores
basta ya de maltratar,
a esos seres inocentes
con tanta saña inmoral.
Mientras eso no se corrija
la vil lección continuará,
el hombre embosca a su prójimo
asaetándolo sin piedad,
no ves acaso que es Cristo
crucificado clamando piedad.
Mientras existan las infames plazas
mi cuenta no ha de cesar,
corridas cual cruel cátedra abierta
donde se induce a matar,
desde la edad infantil
robando su espiritualidad.
05/10/2012
Inspirado en una anécdota real muy recurrente que me sucedía a la salida de mis programas de radio en una conocida casona, museo y a la vez restaurante típico donde iba a desayunar en Táriba, la perla del Torbes y ciudad primigenia estado Táchira Venezuela.