Classman

LA CITA

 

Vislumbraba a lo lejos su silueta, 

apresto a recibirla entre mis brazos,

al amparo de la luz de medianoche,

esperaba impaciente sus abrazos.

 

Con asombro contemplo entre las sombras,

que la dama que se acerca no era ella,

es posible que a lo lejos confundiera,

a mi chica con aquella mujer bella.

 

Al cruzarnos nos paramos sorprendidos,

saludándonos en medio del paseo,

es Yolanda, la consorte del vecino,

que ha salido procurándose un garbeo.

 

Fascinados nos miramos a los ojos,

recordando las miradas que cruzamos,

cuando ella asomada a su ventana,

me sonríe y unos besos nos lanzamos.

 

En el crítico momento de acercarnos,

sin llegar a que pudiera estar besando,

por la esquina ha aparecido en el paseo,

la mujer a la que yo estaba esperando.

 

                                                         J. Piñeiro