No pienses que terminado el día
deja tu luz de brillar en mi mente
Eres eterna en mis pesares, vida
cómo agua que lleva la corriente.
No creas que por estar ausente
deja mi alma de perseguirte
Eres única entre la gente
amapola entre el campo verde.
No sientas que no existes en mí
no dejo ni un segundo de buscarte
Debo seguir mintiéndome así
hasta más allá de mi propia suerte.
No pienses que marchitada la flor
no puedo seguir amándote.
Guardo la semilla de tu pasión
en mi pensamiento aguardándote.
No lo pienses chiquilla, no lo pienses
que no me voy de tí ni un instante.
Vivo y me alimento de la simiente
que dejaste en mí para siempre.