Niño casi fuiste, pero nunca naciste.
Niño o niña, imposible saberlo,
No estaba en tu destino, serlo…
Creí verte corriendo las calles,
con tus largos crespos
con tu radiante niñez.
Te pensé en todas partes,
y en todas partes confundido de mí mismo,
juguete de toda nuestra alegría inmensa de tenerte,
un hijo, el primer hijo,
tú, y nosotros, los tres,
en un solo camino único,
como si de hecho vivieses para seguirnos eternamente.
Fuiste, acaso por instantes,
la única razón de la alegría
de sentirse casi padres.
Pero ya no existes,
ni siquiera has existido nunca.
Solo fuiste un dulce sueño,
una experiencia,
un deseo, el más puro deseo ,
y el más triste fracaso.
Frank Calle (11 / may / 71)