Anngiels Simplemente Mujer

CIUDAD PERDIDA

 

Me miró y dijo:

-Lo que más me gusta de ti

son las riberas de tu boca

 

Entrecerré mis ojos,

sus labios zozobraron

cual navíos perdidos

en sus azules orillas

 

El frío se convirtió en hoguera

y en las islas de mis pechos,

sus dedos temblorosos

conquistaron la cima.

 

Me miró con picardía

y murmuro suavemente:

-Lo que más deseo de ti

es la brújula que me guie

a tu isla de corales.

 

Era verano ya en nuestro universo

aunque nevaba fuera

su lengua serpenteaba

o ¿acaso solo pendulaba

buscando la orientación

de mi ciudad perdida?

 

Quién sabe…pero

yo quedé pensando

en lo que más me gustaba de ÉL.

No se lo dije, no quería que supiera

de mi lujuriosa adicción

al aroma afrodisiaco de su piel.