Arrópate de blasfemias, mi amor
Y entiende por fin, de una buena vez
Que para ti no hay ni un sólo respiro
Embriágate de sollozos, mi vida
Y escapa del miedo otra vez
Que de los impulsos no hay salida
Arranca de ti las estacas
Deja correr el dolor
Entierra la maldita esperanza
Desgarra todo atisbo de ilusión
Piérdete entre simples excesos, mi ángel
Y emprende el pendiente anhelo de viaje
Que en tu perversidad es lo que admiro
Sumérgete en la mentira, cariño
Y empieza pronto, hoy, el montaje
Que de valor estás a un suspiro
Clava en tus venas los puñales
Mira pasar el rencor
Libera la abatida añoranza
Despide ilusa la desesperación
Tortúrate en la lujuria, mi amor
Y desempolva el añejo jerez
Que para ti nunca hubo descanso
Abandónate a la demencia, mi ángel
Y comprende de una buena vez
Que de ironía se muere un transo
Y dentro de poco, sólo seremos:
tú, yo y esta despedida