No busqués el amor
en el tumulto de la gente,
en el ruido de la hora pico,
no lo pidás como pan de trigo
ni como fritanga suculenta.
No insistás al desamor
las migajas del pasado,
no funcionan más que para
embalsamarnos en un estanque
de agua muerta.
No le pongás a las heridas
falsos espejismos
porque los vidrios cortan más
que los momentos vividos.
No busqués más,
detenete.
Habitá los lugares que te gustan,
leé los libros que querás
no le tengás miedo a los andenes vacíos
ni al cine sin compañía;
regá las plantas,
ponete a llorar
porque las máscaras estorban
como las mentiras.
No busqués nada,
soñá más bien
y amate con toda el alma,
que las albricias vienen
cuando es momento para dicha.