Doblezero

BIENVENIDAS LAS MUJERES

 

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¡Bienvenidas sean las mujeres!
las complejas y las sencillas
las que se sienten como niñas
y las que un día lo fueron.
Las que visten de colores sus estrenes
aunque tengan la piel ya marchita.
Las que hunden en la tierra firmes pasos
y las que recogen flores en el campo
o dan saltitos en nenúfares de humedales.
Yo no quiero que los puntos cardinales
se adueñen de ellas y su geometría
ni que sean un seto perfectamente cortado
no quiero que sean patrón a medida
y menos quiero a una mujer machista.


Yo prefiero que tengan los brazos libres en el viento
que su vello se mueva al compás día tras día
y balancee con la espuma de la ultima ola.


Bienvenidas las mujeres clásicas y las libertinas
las de la espátula, mocho y las riendas de su vida
las que lanzan un "no" como un tornado de convencimiento
las que prefieren que este vacía su cama
y las que al placer le hacen un monumento.
Yo prefiero a las mujeres que puedan acicalarse
a las mujeres independientes, las acompañadas
puras, casadas, ardientes, juntadas o como les de la gana.


Y si por hombre tienen un esperpento de vigilia y celos
de esos que solo quieren para ellas la cocina
¡que le den pócima del desplante, que le dejan fuera de combate!.
que hay otro hombre al girar la esquina.


¡¡Arriba!! las que siguen la corriente y también las genuinas.
Me gustan todas por aperturar esos sentimientos
que todos y cada uno llevamos dentro,
de los días buenos o de las noches difíciles,
porque son naturales, como las plantas y como los animales
que si tienen estos hambre comen, como la mujer llora
que si tienen sueño duermen, como la mujer ama.


Y así con mi respeto me convertirán en príncipe,
a otros en rana.

 

 

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