alupego (Ángel L. Pérez)

SENDEROS QUE RECORRER

SENDEROS QUE RECORRER

Un viejo amor que respira,
junto a la imagen borrosa,
del espejo que le mira.
Cada arruga es un enojo,
o una pirueta de vida.
Un doblez de la razón.

Sederos del corazón,
en malezas encubierto.
En las rendijas del sueño,
la luz sin tregua se crea.
Gaviotas en las corrientes,
que a tierra seca nos llevan.

Caminos entre las aguas,
de la mar que nos vigila.
Donde transitan las almas,
a los albures que dicta.
Fuego que la vida abrasa,
dando voz a las cenizas.

Rimeros de tibias lágrimas,
como terrores en fila.
Desnudándose con calma,
lo que en el fondo gravita.
Una mirada que mata,
otra que engarza la dicha.

El verbo se quedó solo,
mientras las ideas huían.
Carne sobre carne quedan,
las pasiones redivivas.
De átomos la materia,
que se macera en si misma.

Amores de aristas místicas,
que van rondando a escondidas.
Como sueños al acecho,
dentro de las pesadillas.
Sigilosamente etéreos,
como un beso entre la brisa.

Amores de quita y pon,
que en el viento se diluyen.
Colgando de las guirnaldas,
que sin ton ni son ni billan.
En el agua las estrellas,
simulando una ilusión,
bailando como sonrisas.

Silenció el canto el jilguero,
arropado por la hojas,
reduciendo su figura.
Un sereno ritual,
que acomoda su estructura.
Pacientemente real,
como la rama que ocupa.

Siluetas en el jardín,
de las vidas prematuras,
que entre perfumes se acunan,
declarando su desliz.
Con voz queda en la premura,
susurran las criaturas.

Temor que falle el venablo,
que hacia el corazón apunta.
Miedo que el latente órgano,
no reciba la ventura,
de sobrevivir al dardo.
Una flecha entre los labios.

Vive el gusano en la piel
y en la sangre vive el ser.
Vive la brisa en el aire,
y la ponzoña en la hiel.
Vive el amor en los ojos,
y el odio vive sin ser.

Senderos que recorrer,
amontonando ilusiones.
En el aire las canciones,
volando hacia un nuevo ser.
Sobre corazones nobles,
un amor que recoger.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
07/06/2019