SI YO ME FUERA HOY...
¡Si yo me fuera… hoy!
Me gustaría ser recordada,
como una mujer de carne y hueso, integra y respetada,
con virtudes y defectos, aciertos y desaciertos,
que amó y fue amada y, no le dieron amor
qué no fuera correspondido.
No pidió flores, tantas veces como las recibió,
pero siempre con el mismo amor, agradeció.
Nunca pidió perfumes caros, ¡solo pidió amor!
amo sin condición, todo, siempre por amor,
y lloró el dolor de perder a su marido
y vivió recordando lo feliz qué con él fue,
agradecida de haber tenido con él, tres hijos.
¡Si yo me fuera hoy!
querría ser recordada,
como una mujer qué amó la poesía
y qué amo escribir versos y cuentos
de historias de amores ficticios,
que en su imaginación les daba vida.
A su poseía siempre le imprimió amor
Y no había día que no soñara con el amor
era romántica soñadora.
¡Si yo me fuera hoy!
me gustaría que me recordaran
como una mujer que supó amar
y era frágil y fuerte…
con más defectos que virtudes,
nacida con la pasión de amar,
y qué amo la vida que vivió,
jamás cambiaría todo lo que viví,
fui necia, torpe, celosa, insegura,
amar con toda mi alma me causo dolor.
¡Si yo me fuera… hoy!
me gustaría dejar amores en los corazones,
palabras de consuelo al que sufre,
aceite de bálsamo al que está enfermo,
abrazos a los que están tristes,
compañía y cariño a los que están en la calle.
pero sobre todo les dejaría saber …
Que el amor de Dios es para todo el que en él cree.
Me gustaría sembrar en todos mi fe
Porque es la que me libera de mis miedos y depresiones,
Creer en Dios me libera de culpas y castigos.
He sido una mujer con cargas por amar tanto
Y por sentirme sola y triste.
¡Si yo me fuera hoy!
Seria libre de odios, rencores, tristezas y desamor,
Pero por sobre todas las cosas agradezco su cariño a todos.
¡Si yo me fuera hoy! Pido perdón si alguien se sintió ofendido.
...Y perdono aquellos que me han ofendido.
Estoy viviendo el ocaso de mi vida. Y Dios tiene cuidado de mí.
Yo soy lo que soy, y solo Dios me conoce y me juzga.
¡DIOS LOS BENDIGA A TODOS!
Alicia Pérez Hernández...México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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