Si las letras no tuvieran el veneno de un traspie no superado, que el tiempo no declaro en voz alta a medida que las navidades reventaban las botellas en el sentido de las agujas del reloj, detras de un telon perfectamente hecho, escupiendo el pasado, ahogandose en heridas de niños, siguiendo en la infancia por sentirse grande.
Hoy ya paso todo, amo a la mujer que es una silueta en una mañana de soledad y no pienso perderla, no voy a dejar de amarla aunque me vaya la vida en matar, en descarnar la atmosfera que respiro en este bar el olor a cerveza y tabaco me ponen los pies en el lodo, que no es tierra ni tampoco agua, pero es propio de un desliz.
Realmente no lo entiendo, no comprendo cual fue, cual es, pero si cual sera, quiza no sere, pero hay algo seguro morir sera una alivio.