La impaciencia frente a la metafísika
y la búskeda de konocimientos
no konduce a parte alguna;
es una flor sin perfume,
un mar sin peces,
un desierto sin dunas,
un mundo sin Sol y sin estrellas.
La adkisición de konocimientos y de kosas
debe someterse a la prueba de la vida,
pues el fin de todo no es una entidad metafísika
sino el divino y poderoso deseo de vivir.