Gladys María Henao Cortez.

ROSA MARCHITA

Vengo a complacerte.

No obstante sin rendir cuenta al espectro que pasea en mi,

no soy la mujer aquella que esperaba alguna vez;

...al amor tocar a la puerta de mi hogar.

Alguien pisotió mi anhelo.

Unos ojos ajenos me miraban con indiferencia,

unos labios ajenos pronunciaban mi nombre,  

y otros apenas...

me veían y murmuraban,

El río de lágrimas se ha secado.

la vida enflaquecía mis carnes,

a cuesta de mi congoja, pregunto, ¿Por qué a mi?

olvidar las malditas manos recorriendo mi talle,

desnuda hollaron mi candidez;

cavaban en mi extrañas contra el fondo del abismo,

exasperé hasta mi propia sombra.

Comenzé a esparcir el propio respiro de mi fin. 

Aquella rosa se había marchitado,

deje sentir el filo de las espinas de aquel rosal;

herida, arrastrada ...empezé aborrecer con vehemencia al mortal,

con el sentimiento más puro aniquilaba al amor,

que escondía mi pecho.... pecho que no latía;

se ahogaba para no perdonar.

Autor: Gladys Maria Henao Cortez.