Entre los pálidos colores del otoño
se encontraron por primera vez nuestros versos,
y se abrazaron entre hojarascas
de descolorido oro.
Pero, una primavera inesperada….
tañó con aromas en nuestro cielo
que nos llenó de quiméricos sueños
en el canto de poemas nuevos.
Hoy somos esos protagonistas
de una novela que nos rescata
de la misma desesperanza
de las utopías abandonadas
del destierro de la palabra.
Vuelan de nuevo nuestras plumas
en los paisajes de tantas locuras
por ese amor que llega
en el ocaso de la vida…
y hoy nos viste de primaveras y delicias .
¡Desde que nos conocimos, ese día!