Ay madre del alma mía
Usted me dio de mamar
Hasta que dientes había
¡Pero nunca la mordía!
Porque ya sabía hasta hablar
¡Y no fue por gusto madre!
(Digo el darme de mamar)
Otra cosa no tenía
Pues un pedazo de pan
Entre cuatro repartía
Dos ya se habían marchado
¡A romperse las costillas!
Para ganar un jornal
Sin saber bien lo que hacia
Al mundo le dio usted seis
Un varón y cinco chicas
Cuanto pudo trabajar…
Y nadie le discutía
Cuando decía usted so…
¡Hasta el burro obedecía!
Muchas veces siendo niña
Viviendo en el peñascal
Cuando volvía cargada
¡Y rota de no parar!
A su encuentro yo volaba
Para quitarle las bolsas
Sin que usted me lo pidiera
Y así su peso aliviar
Venia tan reventada
Que la quería ayudar
Si usted sabría que ahora
Los criamos con longanizas
Y cuando ya son mayores
-¡Igual te dan la paliza!
Por hoy me despido madre
Y la dejo con su Amalia
Que otro día yo le cuento
Si es que hay algo que contar…