137 metros me separan del infierno.
Aún estoy demasiado lejos mi magnífico amo,soy esclava.
Su saliva pecadora inmoviliza mi cuerpo
sumergido en su espuma, me martiriza.
Su voz es una fiera insolente
con uñas ardientes que siento siempre.
El dolor es incesante
revolotea en mi mente
y tiñe de sangre mis dientes.