Entonces dime, ¿cómo te olvido?
Pues eres tú quien me ha hecho amarte.
Ya he intentado seguir mi camino,
Actuar normal, buscar otro amante,
Empezar de cero, fingir lo vivido,
Y aceptar de nuevo que quiero adorarte.
Ya recé al cielo con aire afligido,
Conversé conmigo, accedí a no pensarte,
Bebí en tu nombre doce copas de vino
Y apuré mis pasos para no buscarte.
Evité tu ojos, lloraron los míos...
¡Ya mordí mis labios para no besarte!
Y tomé distancia, abracé el hastío
¡Aún ahí a la luna le pedí cuidarte!
Ay, es que no ves cómo me quema el frío
Es que tú no ves que yo no sé olvidarte.