María José Mures

ÁTAME

Yo la abrazo , y mi alma todavía la desea

¿Puede existir tal vez mayor proximidad que en el abrazo?

Ibn Ar-Rumi

Átame a tu cuerpo

con la fuerza de tus manos

y olvídame tu inexistencia.

Mi corazón sólo en él palpita,

a tu lado el pulso

encuentra dos caminos.

Descorcha otra botella

para regarnos del fruto de la vid

y apagar esta pulsión.

Seamos la raíz

que busca la nada

ahondando en lo oculto.