A corta edad, tocas por primera vez la arena
entrelazando ligeramente tus dedos en ella
miras el mar hacia lo lejos
sin aún hacer consciencia del tiempo.
Con los años, recorres la vibrancia en los colores
creces, caminas y corres.
Te decides por entrar al mar
y escudriñar en su profundidad.
Sin notarlo, te adentras en un mundo diferente
te ves encontrado en un vacío frente a frente
Aún tienes oportunidad de regresar a altamar
atravesando las corrientes que debas afrontar
Conociste pequeños peces, delfines y tiburones
pasaste tu vida junto a aquella sirena de interesantes conversaciones
Finalmente se fue, tocaste fondo y decidiste luchar
nadaste cuanto pudiste. Hasta no aguantar más.