Seducción en sinfonía.
Ver tu rostro mojado, dibujado en mi mente es un pecado mortal,
Imagino bajar lentamente, al inicio de tu cordón umbilical.
Estar hay me complace tanto, que mojó mis labios después del sabor de tu mastranto, vacilar en juegos con mucha cercanía, me pone caliente al saber que serás mía.
Tu cara se complace con cada acercamiento, mordiendo tus labios mojados llenos de pecados hambrientos.
Y es que sin dudar tu piel se eriza, con tu fruta prohibida al sentir la brisa, amando con fuego y hielo lo que sientes con anhelo, tu cuerpo al mío se entrega en paralelo.
En una clara sinfonía nos compenetramos con locura, fundiendo nuestros cuerpos con música pura.
Tu disfrutas de tocar el contrabajo, yo lo hago tocando el piano de cola, tus manos ejecutan el estribillo con trabajo, y yo lo ejecutó hasta la Aurora.
Amarte, pensarte, tenerte, tocarte e imaginarte, son los complementos perfectos para una obra de arte, cuando el éxtasis de tu libido, te lleva al cielo, tus ojos se vuelven blanquecinos, con tonalidades de hielo.
Un hielo que no duerme y no descansa, que suda y no desmaya, que ríe y no se desmorona, que sueña con risa burlona, que se sienta y no se para, que se mueve y no se atrasa, que disfruta y no miente, que te acaba y te desmiente, que te come y te fascina, que te endulza y te domina, que te da luz y luego anochece, que te ama y te estremece, o Dios que dulce sinfonía, cada tarde que eres mía, y saber que todo empieza con tu rostro mojado, y yo pensando en mi cama como un adolescente alborotado.
By Morpheus