Están ahí
las risas de la vida,
nunca lo olvides.
Toma lo bello,
del labio que sonríe
desde los cielos.
Y la tristeza,
si ves que se te acerca,
mándala lejos.
Bellos rescoldos
de un fuego subyacente
y del amor.
Que no se apaguen
las llamas de la vida
y que te alumbren.
Que su calor
te anime y te dé fuerzas
para seguir.
Cuando los años
te obliguen a pararte,
siente la risa.
Entre tus labios
seguro que te ofrece
una caricia.
Ella en el alma
será como la sangre,
\"tu salvación\".
Rafael Sánchez Ortega ©
19/05/19