alupego (Ángel L. Pérez)

EL MAR SOLLOZÓ EN SU SENO

EL MAR SOLLOZÓ EN SU SENO

Soterradas intenciones,
en famélicas conciencias.
Prematuras consecuencias,
palideciendo la esencia,
de magníficas razones.

Sobrecogedoras chanzas,
de profundas necedades,
salpicadas de obviedades,
sin fundamento que valga.
Simplezas, que no sencillas,
hábilmente edulcoradas.

Fanáticas realidades,
mágicamente ensalzadas,
erigidas en la nada.
Fantasmagóricas formas,
de falsedad elaboradas.
Envejecidas monedas,
para cambiarse por fama.

Estrellas entre las rosas,
de matices irisadas,
Con los pétalos sin nombre,
en un racimo que habla.
Sobrenadando en el alba,
jóvenes brotes de nácar.
Dulcificando la aurora,
el ágil latir del agua.

Torrente de vaguedades,
sobre adornadas palabras.
Que hipnotizan y enamoran,
como verdades de plata.
Sonidos elaborados,
con ideas de hojalata.
En la ausencia las razones,
que el intelecto socavan.

Sollozos en el rincón,
donde viven y se afanan,
las emociones que abrasan.
En los vértices se acunan,
en equilibrio las almas.
Bordes cortantes cercenan,
las pasiones que se abrazan.

Se fue quedando sin aire,
henchida de vacío el alma.
Marionetas salpicando,
en el charco de las ganas.
En el pretil de los sueños,
se balancea la esperanza.
Noche en las luces que huyen,
como del fuego las llamas.

Ecos que vienen sin ruido,
escondiéndose en los brazos.
Voces que siendo de arena,
amontonándose llegan,
sorteando los atajos.
Arrugas en el amor,
dibujadas por los años.

El mar sollozó en su seno,
amamantando a los náufragos.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
11/06/2019