Solo las pocas sílabas del nombre
que el Libro anota y que quizá detalla
un paisaje de torres y batallas
o solo ese silencio que es un hombre.
Solo un gesto eludiendo la intangible
sombra que apremia y borra la dudosa
presencia en el pasado de una cosa
que el reto aceptó de lo invisible.
Es esto y nada más. Solo el olvido
de lo que fue. El desierto. Las tinieblas.
El receloso abrigo de la niebla
y palabras ya mudas al oído.
Solo en tu nombre está toda tu gloria
y un solo gesto salva tu memoria.