José Luis Barrientos León

Vestidos de noche

 

Llévame a tu noche rasgada, al nocturno mar de tus sueños de almohada

Llévame a donde nacen las rosas, al lugar de tus senos como espinas del alma

Déjame vivir tu cansancio, recostada en mi pecho, abrigada de anhelos

 

Hoy, mi alma descansa al oírte en silencio, susurrando, gimiendo, coronando el deseo

Todo se apaga en mi canto para dar paso al olvido, a la niebla de espanto que atormenta mi sueño

Despertar en tu vientre quiero, entrelazados de espumas hasta saber que soy tuyo

 

Llévame lejos del mundo, a tu horizonte infinito, donde no existen caminos, donde la bruma es pasión, es consuelo.

Llévame a la quietud de tu orilla, donde las olas regresan para encontrar la caricia

Déjame beber de tu luna, en la noche callada contemplando una estrella

 

Llévame a la hierba del campo, para ser tu simiente, alimentando el verdor de tu ingenua matriz

Llévame al canto del ave. Seamos un corazón, seamos viento.

Seamos sosiego en la quietud de tu vientre.

Déjame fundirme en tu alma, en la plenitud de tu espíritu.

Y vestidos de noche iniciar nuestro viaje