Aquí sigo sentado a aún costado de tus sueños
Esperando que vengas para besarte el alma
La tarde de este 31 de mayo se va despidiendo,
Sutilmente el frío se hace presente
Y el cielo rojizo amenaza con llovizna
Que calan hasta el hueso
Miro a través del portal deseoso
De ver tu sonrisa de fiesta,
Me distraen por un instante
Los sonidos de las calles de esta ciudad
Que acelera su andar
Como yo las saetas de los relojes.
Los escalones donde espero sentado son fríos
Pero el abrazo que te guardo
Está lleno de calor y amor de primavera