Vinieron como siempre, para que los saque
De las imágenes diarias de sus propias vidas,
Que ustedes creen que les va a funcionar,
Como cuando les cuento cuentos relacionados
Con las imaginaciones de mis sueños nacidas,
Que son tan fantásticas, suculentas y frescas,
De mundos ocultos de mi mente recién salidas,
Donde sólo el que lo cuenta, sabe qué más hay
Allá adentro, y sin darse cuenta, al contarlo,
El que lo cuenta invade mentes y sensaciones
De los más íntimos sentimientos y emociones
De quienes son receptores del que esto cuenta.
Dejándoles indescriptiblemente una magia
Jamás sentida, acomodada a sus necesidades,
Que no quieren que se les escape, para con ella
Dar escape, a la vida que normalmente viven,
Salir de sus problemas, de penas y sinsabores.
Quieren escapar de sus angustias y trivialidades
Pero de las cuales en realidad no pueden salir.
Curioso que para eso sean los sueños, cuentos,
Lecturas y las novelas, para sacar a las mentes
De sus bochornos del diario vivir, llevándolas
A mundos creados con la lectura, inexistentes,
Lejos, muy lejos de todos los conocidos lugares.
Los hacen descansar de su monótono trajinar,
Así, de esta forma, con contarles mis sueños,
Les traigo todo aquello que nunca han visto,
Ni leído, ni imaginado, aunque bien sepan
Que todo eso no es realidad, y precisamente
Así hay que entender, que eso es pura fantasía,
Pero la verdad es que es fantasía cautivadora,
Atractiva, sin duda, que igual que a ustedes,
También a mí me tiene anonadado, fascinado.
Las leyes y reglamentos que hay en los cuentos
Forman bases, unidas o separadas, que hacen
Que nuestras historias sean tan apreciadas.
Yo creo que si nos dieran a escoger si vivir
La vida actual, o vivir la vida en estas historias
Tan lejana y abismal, seguro que preferiríamos
Alegres elegías, como vivir nuestras fantasías.
Precisamente porque éstas no son realidades,
Porque en ellas no veremos las cosas actuales,
Ni las penas que vivimos, ni responsabilidades,
Ni trabajos espinosos, ni embarazosos, ni nada
Que en nuestra realidad nos ufane y presione,
Nos atemorice y nos desmorone, de donde
Podemos sacar la conclusión, y venga de ahí,
Que ustedes lo que andan buscando es salirse
Del mundo al que pertenecen y formar parte
De una no realidad implicada en una fantasía,
Que no tiene nada que ver con lo que ustedes
Quieren o se imaginan, pues eso que imaginan,
Y si acaso existió, a este siglo no perteneció,
Y fueron cosas que la mitad no fueron ciertas,
Y la mitad de esa mitad, inventadas o escritas
En novelas provenientes de la imaginación
De un escritor, de la inventiva de su corazón.
De allí, cosas que se cuentan no fueron reales,
Sino mitos, creaciones, leyendas, o analogías
Creadas para darle sentido a las filosofías
De vida y religión, y hacer la vida de las gentes
Más llevadera, que como hoy, antes también,
La vida era difícil y en todos los momentos
De la historia hubo penas, responsabilidades,
Trabajos espinosos, escabrosos y difíciles,
Que presionaban, atemorizaban y demolían.
Además, habrá que recordar que en tiempos
A los que se remontan estas historias tales,
Se sabía que existían muchos símbolos que
Al parecer, para la gente eran cosas reales,
Pero simplemente no existieron como tales,
Aunque tenían ciertas explicaciones cabales.
Por eso y aunque crean que más no quiero,
Ya no les cuento ni por lo menos un cuento,
Por ser la realidad que como yo los sueño,
Así se la van a querer pasar, siempre soñando,
Y ni sus trabajos, ni todos sus compromisos
Van a querer remediar, por pasársela soñando,
Así que aquí se acabó el cuento que ya no
Cuento, por no hacerlos parte de ese cuento.
Bueno, ¿de cuál cuento?