A. GENTILE

IX

Sentada en el lado más bello del mundo

mis iguales pueblan el infinito

mientras un antiguo dios con nombre de inventario

horada el corazón desprevenido.

En mis pupilas transcribo lo permanente,

dibujo un ideograma para imitar el tiempo

y la multitud de pieles

inaugura otros diluvios

en una lingua estinta.