alicia perez hernandez

PIEL DESNUDA...

PIEL DESNUDA...

 

Tengo la piel desnuda deseosa de tus besos

desde el momento en que te pienso

mi piel se eriza y te llama a gritos

imaginando el momento de tenerte para mí

y sentir tus besos apasionados de fuego 

recorriendo todo mi cuerpo, beber quieres

de mis racimos el vino fermentado de tus deseos

y estalla un “te quiero” en mis labios

para enredarme en tus caderas y saberte de mí

apasionado, explosivo cómo volcán en erupción

tan  intenso y provocativo con tus besos

despertando en mí pasiones y bebiendo de mi  

fuente tus ganas y mis ganas de ser de ti

con mi piel desnuda deseando tenerte más, más

y Amándote como se Ama a Dios del cielo,

y teniéndonos entre el bien y el mal en el Edén,

te confieso qué me excita el deseo de saberte

dentro de mí y encima de mis entrañas

levantando mis columnas como un templo

redimiendo tus maldades con mis senos

y apagando el incendio que encendimos

bajo la pasión de mi piel desnuda unida a tus

caderas y bendiciendo este momento de sabernos

y tenernos custodiando este amor sublime

que nos sabe a pecado y a perdón por tanto

tiempo que no nos tuvimos para nosotros,

ya  en otra vida nos amamos sin cielo,

sin gloria y sin infierno, solo por amor.

Retuvimos el juramento que dimos a Dios

de amarnos hasta siempre y ser tuya y tu mío

viviendo en el limbo de este amor consagrado

sin faltar los votos de amarnos hasta morir.

Porque mi piel desnuda te hizo caer en tentación  

...Y tus hermosos ojos me llevaron a pecar,

pecado de lascivia porque te hice el amor con solo verte.

Tus ojos son mi perdición y la osadía de mirarte,

me condena a amarte desnuda del alma y la piel

y tus ojos de pecado quieren devorarme. ¡Ojos míos!

Hazme tuya con tu poesía, y abraza mi piel desnuda.

 

Alicia Pérez Hernández… México

No es la pluma la que escribe, es el alma

Todos los derechos reservados©