EN EL INTERIOR SE FRAGUA
En alas de la ilusión,
voló la esperanza un día.
El corazón se quedó,
ausente de fantasía.
La realidad se adueñó,
de la hueca ensoñación.
Y una música sonó,
con sabor a melodía.
La pasión borró la huellas,
de la trágica andadura.
Y como una criatura,
del amor se apoderó.
El fuego cauterizó,
las dolorosas heridas.
Y fueron las fantasías,
las que paliaron su olor.
Viejos hedores de inquina,
guardados en un rincón.
En el sopor se disuelven.
En la ausencia se diluyen,
como pompas de jabón.
En el filo de la dicha,
vive bailando el dolor.
La pena se queda dentro,
por fuera nace el rencor,
que convertido en temor,
en odio surca las venas.
Sobre el lomo del amor,
galopa la ingenuidad.
La distraída realidad,
sobre la grupa cabalga.
Donde aferrarse las crines,
de cabellos de verdad.
Y la eterna inmensidad,
que vive en el corazón,
en los halos del amor,
al infinito se iza.
En los ojos se durmió,
para sentir la mirada,
que bullía en el interior.
Negras pupilas de sombra,
para paliar el dolor.
Una cristalina aurora,
que llega del exterior,
para iluminar la cara.
Insondables en las cuencas,
para cegar la ilusión,
de la mágica mirada.
De la sabia decisión,
nace la verdad sincera.
Del fluido del corazón,
la verdadera nobleza.
En los ojos la pasión,
en la piel nace la hoguera.
Del interior la riqueza,
para entregar lo mejor.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
12/06/2019