Es esa furia de leones y mares que te arranca la piel y te tumba,
Que va y viene como ocasos de horizontes rebeldes.
Y te colma y te sacia,
Te arrebata la cordura en un suspiro.
Te llena de vacíos y te atormenta con esperas en calma.
Esa furia,
De la vida caprichosa y sabia.
Del universo con toda esa magia,
Que estremece mi pecho después de enmudecerme la mente.
Y me acuesto,
Sobre mi propia conciencia hecha leña al fuego de tanto furor,
Para despedirme al sueño y saludar al alma.
Es esa furia... que me tiene la vida, en una danza.