(I)
COMO FUEGO EN SU VERANO...
Nace la mañana
de lamento sublimada,
entre álamos cantores...
se desploma el mediodía,
larga cabellera
desahuciada de ternura
muestra su pureza...
al loor de su agonía,
no soy de acero
ni de lujuria desatada,
pienso mis pesares...
entre pájaros ardientes,
apenas soy la tarde
que se muestra
encadenada...
deslucida se disputa
al calor de su presente.
(II)
LA ESPINA DE SU BOCA...
Nace la rosa victoriosa
herida de carmín
y fantasía...
en la oscura noche surge
al calor de su agonía,
no es halcón
nacido como el rayo...
ni tan siquiera alondra
licuada con su rezo,
es la espina...
que crece sin corona,
entre pálidos clamores
deshojados
por su beso.