Mariana Ferreira de Araujo

Un beso

Un beso de su boca, de esos que urgen a los pulmones llenarse de aire cuando los labios se separan. De esos que hacen a uno aferrarse siempre más a la sensación de estar vivo.

Un abrazo bien apretado, de los que reconstruyen el cuerpo. De los que llenan el vacío del alma. De los que arrancan la soledad que está enraizada en el fondo.

Basta con una caricia, una mirada, un silencio después del te quiero.

Porque es un amor sencillo, cálido, sincero, duradero.

Un amor que no exige, no obliga, no encarcela.

Un amor que apasiona, anima, entrega, libera.

Vivo en paz en este amor dando vueltas, vivo libre cuando me entrego a sus puertas.

Mariana Ferreira de Araujo

27/01/2019