Que no encuentro un adjetivo tan bueno que no te toque
Que no hay cielo contigo que no sea tan especial
Que no hay oración en las noches que no te evoque
Que no hay verso en tu nombre que no sea de cristal.
Que no hay día del año en que no te encuentre;
Que no hay gratitud más grande que no he de sentir;
Por haberme dado cobijo, por nueve meses ahí en tu vientre
Y Darme las ganas, la luz, el día y mil motivos para vivir.
Luz en la noche, sombra en el día
Fuerza en el brazo, remo en el mar;
paz en la guerra, la valentía
prudencia al paso para mi andar.
Torre en lo alto, flor y vigía
dispuesta siempre amar y servir
ángel antento que siempre guía
fuente de ganas para vivir.
Oh madre mía que representas todas las cosas
Noble guerrera, rayo de luna, templo de paz
Quedan pequeñas todas las rosas que yo te diga
Toma mi abrazo, mi amor, mi fe, mi sentimiento, todo esto y más.