Me posee el demonio
al decirte que te amo
aunque solo sea un deseo
de mi profundo y apasionado corazón.
Me posee el demonio
al saber que te lastimaré si me crees
cuando te digo que te quiero para mi
y que eres lo que mas me encanta.
Me posee el demonio
cuando siento que este sentimiento
muerde mi alma
y se come mi corazón a mordiscos.
Me posee el demonio
cuando me enamoro una y otra vez
de cualquier bella y hermosa mujer
pero a los días dejo de amarla.
Me posee el demonio
cuando anhelo despiadadamente
tu cuerpo y tu néctar,
cuando tus manos te sienten en mi piel,
cuando el fulgor pasional de tus ojos
me desea en lujuria libidinosa.
Me posee el demonio
cuando te sueño en mis noches de aciago,
cuando te poseo dentro de mi piel,
cuando te digo que te amo sin limites.
Me posee el demonio
cuando sé que soy el único que siente esto
y debo lograr que tu sientas lo mismo
e incluso mas.
Me posee el demonio
al saber que cuando sientas lo mismo
yo ya me habré hartado de todo
y serás menos que un mísero cadáver.
Me posee el demonio,
y el diablo de lujuria por ti,
amamé, comete mi corazón,
desgarra mi alma,
siente dentro de ti la lujuria de amar
y sentir como el fuego del infierno
arde en nosotros.