Ven, sigueme,
escribiremos un verso.
Hay que llorar un poco,
hay que reír y gritar,
sentir la lluvia y el viento.
Hay que abrirse el pecho
y mirarse por dentro
hasta tocar los huesos
y así desnudos, ajenos
buscaremos palabras e imágenes
y volveremos a sentir
lo que llevamos adentro.
Para que otros lo sientan
y se descubran carentes
de besos, historias
sentires y vuelos.