No adoro la hermosura
que con serlo se basta,
porque el tiempo desgasta
la frágil envoltura.
Amo la esencia pura
bajo la forma casta,
lo que el tiempo no gasta,
lo que vive y perdura.
No me arroba tampoco
gracia que bien no deja.
Y a mi espíritu encanta
más que la luz,el foco;
más que la miel,la abeja;
más que la flor,la planta.