La gloria del ayer...
es la deshora del mañana,
los frutos de hoy
se deshacen en el acantilado
de su ausencia,
un viento oscuro
pareciera
jugar a marchitarse...
en el decamerón desvirtuado
del vacío,
ya nada...
será lo mismo,
y la felicidad siempre
le será negada...
a todo aquel que se mire
apenas un segundo,
en la belleza...
desaconsejada
de su olvido.