Suena tu voz, y me desenfoco de los demás sonidos que me rodean.
Suena tu voz, y hallé la nota que le faltaba a mi canción.
Suena tu voz, al pronunciar mi nombre; y salga de la boca que salga nunca va a sonar como lo dictás vos.
Te escucho, te siento en mí con cada palabra.
Y cuando ríes las demás bocas callan.
Suena tu risa, dictás palabras; escucho música cuando suena tu voz.
Mariana Ferreira de Araujo
14/06/2019