Mis lágrimas son mordaza de mis tristezas,
son las cadenas que me abrazaron en tu ausencia,
son ojos sin luz.
Nunca antes, me sometieron a tal torrente de placer,
de tormentos encantadores y desdichas cautivadoras
convertiste, mis sueños en un arte, tan sensual y genuino
le diste alma y voz a tus mudos gemidos a mis vehementes caricias,
has hecho de mis insomnios un pasatiempo de mi poesía,
has hecho de mi alma, un portal de versos, que vagan impacientes por mi labios… para morir en un beso tuyo
¡Hazme el amor! Te imploro… que te sacies de mi
Pa´ yo saciarme de ti…
ara los deseos de mi espalda y con tus uñas créales un camino;
y déjate poseer y que tu sangre, corra y corra y corra
por mis labios y por tu cuello… y permíteme ser contigo
un mismo ser…
Seca mis labios y se una con ellos,
seca mis lágrimas y acompáñame en mi soledad;
quedémonos solos, bajo las miradas del cielo;
compartamos nuestros delirios,
sólo cierra los ojos y deja
que tu cuello, tus manos, tus labios
sean míos y libera ese deseo de amarnos
infinitamente… de tu corazón al mío.
Y ellas, las miradas del cielo, dejaron de brillar.