Con la cara arrugada
por los años y el tiempo
la mirada perdida
en el libro del siléncio
sentados en un banco
contando recuerdos
el tiempo no perdona
en el corazón hace viento
yo los miro y los miro
y mucha pena me da
verlos tristes y cansados
por culpa de la edad
¡ cuantos años ya pasados !
llenos de felicidad
algunos seres queridos
ya se marcharon
y ellos sueñan con marchar
sus hijos ( el que los tiene )
viven lejos, y a ellos le ahoga la soledad
no hace falta que se miren en el espejo
les fallan las piernas
les cuesta trabajo andar
los achaque ya son muchos
las ventanas están siempre cerrá
tienen frío hasta en verano
sienten ganas de llorar
yo los miro en siléncio
y me dan ganas de llorar
hasta le han perdido el respeto
y muchos en el asilo ya están
abandonados como a un perro
en la puerta de su soledad
cuantas primaveras han pasado
¿ y cuantas primaveras pasarán ?
es agrio el sabor de su boca
que ya no puede ni masticar
sus ojos brillantes, no pueden mirar
bañados por las lágrimas
del amor y de la libertad
yo los miro en siléncio
y me dan ganas de llorar
respira su alma cansada en el suelo
pajarillos que ya no pueden volar
porque ahora viven encerrados
en una jaula de cristal
miran ansiosos al cielo
para que Dios los pueda ayudar
¡ no hay en los museos un cuadro
que pueda valer mas...!
son la sal de la vida
que ya no pueden probar
miran al suelo, la mirada perdida
tienen ganas de llorar
yo los miro y los miro
y mucha pena me da
son padres, son amigos
que a mi casi me doblan la edad
son solo pajarillos metidos
en jaulas de cristal
tienen alas de seda
¡ cuanto les gustaría volar !
yo en mi corazón los llevo
sentados en el mejor sofá
en el mejor sitio de mi casa
para que puedan descansar
yo los miro en siléncio
y me dan ganas de llorar
y les tengo profundo respeto
y siempre se lo tendré
yo siempre les canto a los viejos
y mientras pueda les cantaré...