Tu, manos ajenas, que no han tocado este desastre convertida en flor
Vértice de mis mares y besos desnudos en las sombras
de la noche. Recoge tus pasos y devuèlveme el alba que te llevaste contigo
Rompe el silencio, retorna la armonìa, llora una vida entera, pero no seas cobarde
La noche te espera y la lucha continua; duermes pasivo entre la rabia
interna de mi pecho. La hiel del tiempo y las rosas que cayeron
en tu lecho, lo sabes mas que nadie pero callas los secretos. Te ahogas entre
tus ganas de ser alguien y quiebras las palabras con tu tacto.
Terminas muriendo lentamente en este inmenso mar azul, los meses cantando
aquellas canciones pasajeras. La metamorfosis de esta alma
cansada entre hojas de papel y ese cuaderno en blanco que solìas leer; la risa
muda de tu boca que no memoricè, y, los navegantes de la noche
en cada puerto hueco, dibujando la tempestad en esta geografía imaginaria, y tu tan lejos
Cae lento la existencia de este cuerpo latente en gracia y llora
tu recuerdo lento a kilometros de casa.