Todo declaras cual engaño
y heme descubriendo caminos incontables
que puedo recorrer buscando plenitudes viejas – casi olvidadas
sin saber aún vistos los confines
como los destinos portuarios hilados en tus noches
donde cada barco se desliza en su llegada o su partida
al igual que la vida discurre en tu ventana
añorante de quietudes prestas llegadas dejando atrás un cúmulo de palabras oceánicas
como se desparrama el tiempo sabiendo casi quieta tu sangre
y el todo se confunde con la parte
y las más minúsculas partículas
reclaman su lugar en el conjunto
donde este les acoge en amor infinito
de ese que otros llaman también misericordia
cuando está se confundía con la Bondad
cuando no había perdido el sabor de ser lo bueno y todo por querer llamar cada cosa con un nombre
nombres que en cada lengua se transfor transforman man
sin poder seguir el hilo invisible de sus léxicos
por eso transformas tu cara de poeta
para poder hablarte tantas veces de un oído al otro oído
en un espejo de ciento treinta rostros llamados heterónimos
que creo jamás podré explorar.
CIBORG MR