Sentirte en mi piel es maravilloso,
sólo mirarte calma mi ansiedad,
colmada queda mi tranquilidad.
E incluso a la fiera de cualquier oso
relajas con fuerza, y es asombroso,
el abrumador abrazo sin maldad.
Cautiverio de luz, con libertad,
decido darme un baño silencioso.
Observo plena mi alma, llena en tu mar,
y todos los veranos volveré
por mi nombre de Omar prometido.
Y de verdad que siempre se admirar
tu belleza, y por tu conjunción iré,
ya que contigo me siento acogido.