Hoy es un día de esos, en que todo se ve con otro sentido, uno de esos días en los que te cuestionas todas las acciones de la vida.
La nostalgia se apodera de mi alma y los recuerdos invaden mi memoria, abriendo una puerta que estaba cerrada hacía muchos años, y que pensé que nunca más sería abierta. Cuando era niña pensaba que el amor era uno sólo, que se amaba una sola vez en la vida y era para siempre , la vida me enseñó que estaba equivocada y así lo entendí y seguí viviendo así, renunciando a mis convicciones a todo aquello que hacía latir mi corazón día a día, perdí las ilusiones, las esperanzas, perdí las ganas de soñar, el príncipe azul que había esperado toda mi vida no existía era una utopía, una fantasía que había creado yo misma. Me dí cuenta que las ilusiones y las esperanzas son sensaciones maravillosas, pero que es imposible vivir de ellas, la realidad no siempre es lo que añoramos, pero es la vida que nos tocó vivir y después de todo la vida es hermosa y hay que vivirla y encontrarle un sentido.
Y ahora que el tiempo ha pasado y la vida continuó, me hago tantas preguntas, y me cuesta encontrar las respuestas, quizás no estaba equivocada cuando era niña, quizás el amor si es uno sólo y para siempre, quizás mis ilusiones estaban disfrazadas, protegidas bajo una coraza de resignación, quizás nunca he dejado de soñar y quizás nunca lo dejé de amar.