Alexander Vortice

OJOS (III)

RECUPERO el mandamiento

que no se me permitió vociferar

estando yo en el vientre de la mujer

que intenté y no pude o no quise amar.

Cruzó el océano una báscula de ojos…,

examino las sinfonías del fallecimiento

que buscan descanso encima

del témpano de fuego, lejos

y muy cerca de lo que deseamos ser.

 

Concluí –ayer- que el aspecto

de mis manos es bastante embelesado,

de nata mortífera y hojas de libros

que fueron esmeradamente empastados

por los hijos de tus hijos bastardos.