Carlos Hector Alvarez

Ven...

 

 

Ven…

Aun cuando la noche

esté en pañales

ven

deja tu casa y

ven

Ven a mis brazos

que esperan ansiosos

junto a mi corazón.

Ven, quiero oír de tu voz

la dulce melodía

que llega en susurros

a calmar mi desazón.

Ven,

ven, no tardes,

me es difícil aguardar

abrazado a la ilusión

de tenerte junto a mí,

desesperada de pasión,

escuchando

 una canción de amor.

Amor que es fuego

circulando por mis venas

para ahogar el grito

preñado de mis penas

Ven

Ven amor, no tardes