Quisiera arrancar de mi pecho el anhelo
y marchitar esperanza… de nuevo.
Olvidaste acudir a nuestra cita pendiente,
demasiado ocupado para pensar en mí.
Siempre te importé tan poco…
Preferiste hacerme a un lado,
en lugar de escribirme, hablarme... buscarme.
Probablemente sea mejor así.
Jamás resultó cuánto me alejara,
ni el esfuerzo que invirtiera, siempre volví a ti,
más si podía tenerte, no importaba herirme.
pero ni siquiera reparaste en mí.
Nunca entendí tus ausencias…
Abracé las sombras por ti.
Perdida e insegura, necesitándote,
indiferencia fue lo que obtuve de ti.
¿Por qué tuviste que esperar?
¿Qué te retuvo tanto tiempo?
Quisiera decir en un lamento…
Pero ya ni siquiera lo siento