Rafael Escobar

\"PESADUMBRES\"

 

Detengo mi camino meditando

lo triste que se mira la pradera;

la misma que de joven me ofreciera

su fuente cristalina y refrescante:

Observo del madroño ya marchito

las hojas que navegan por los vientos,

llevando con su vuelo sentimientos

que dieron a mi vida paz constante.

 

Contemplo aquel jardín que otrora fuera

el nido de radiantes mariposas,

que junto a las gencianas y las rosas,

me daba su perfume y su belleza:

Escucho del canario su lamento

con trino de nostalgia revestido,

pues lleva en sus acordes el latido

de pálidos recuerdos de tristeza.

 

Aquellas esplendentes primaveras

perdieron ya la magia de su encanto;

los años van cubriendo con su manto

los sueños que se vuelven utopía:

Se quedan solamente pesadumbres,

de aquellas ilusiones que nos dieron

las horas mas felices, y que fueron

del alma su mas dulce sinfonía.

 

Lo mismo que florecen los geranios

que cubren con su aroma la alameda;

el halo del ensueño siempre queda

prendido al corazón de forma intensa,

mas todo de repente va perdiendo

el brillo de la luz que lo engendrara;

tornándose la nube, limpia y clara,

en fosco nubarrón de niebla densa.

 

Por eso nuestras penas las rumiamos

en medio de borrascas y misterios,

buscando de la vida los salterios

que llenen horizontes de fulgores:

Cargamos con dolor grandes heridas

y vamos por las olas navegando,

igual que marineros, que remando

enfrentan con coraje sus temores.

 

Autor: Aníbal Rodríguez.