(I)
Y la nieve a veces cubre
en su helada faz...
la caricia más bella y dulce
de todo lo creado,
aquella que apenas
palidece un segundo...
en la última bruma
abrazada al infinito.
(II)
Cuando los cipreses
reflejan en la alborada...
sus sombras sobre la nieve,
una nueva primavera
deprimida
se me anuncia...
tras la cadencia
monótona y fugaz,
del recuerdo...
en su distancia.