EL AMIGO Y MI ESTRELLA (“Inspirada en El Principito”)
AMIGO, un día te encontré en mi camino
y entonces di de beber
y tú tomaste mi fuente hasta hartarte,
era como si anduvieses por un desierto y de pronto
encontraras el oasis en medio de la arena
y saciaste tu sed y yo tu fuente quedé seca,
sola y abandonada, pero tú quedaste satisfecho,
entonces, yo, tu fuente, comencé a brotar de nuevo,
sí, era como la rosa que un día te regalé
en uno de mis poemas y tú la tomaste y
comenzaste a cuidarla
y así también la abandonaste;
pero yo tu rosa, quedé satisfecha
de tus pequeños cuidados
y seguí creciendo en medio de tu desierto.
Sé que mañana ya no recordarás la rosa, ni la fuente,
pero en una pequeña estrella del universo
te estaré mirando, hasta saber que mi muerte en ti,
ha forjado tu muerte en mí y sólo recordaremos
nuestro encuentro en una noche estrellada
que serán como miles de cascabeles que bailan
alrededor de la luna y que sólo allá arriba
se quedó nuestro pequeño obsequio y sabrás
que es duro perder a un amigo y que nada en el mundo
sigue siendo igual sin tu presencia y sin la mía.
DOMOTA